Alek Squinquargesimus, también llamado "Bizco" y posteriormente Malak, fue el acompañante de Revan durante las guerras mandalorianas. Se encargó de reclutar nuevos jedis para hacer frente a los Mandalorianos a pesar de la negativa del Consejo Jedi a que participaran en la guerra.
Comienzos como Cruzado[]
Años después de que Krynda formara su pacto para vigilar a los Sith, otros Jedi se preocupaban por otra amenaza: los mandalorianos. Cuando Mandalore ordenó que sus Neo-Cruzados atacaran la República, la Orden se dio cuenta de que poseía sus propios Cruzados, impacientes por participar en la contienda y reclamar los mundos perdidos. Uno de estos caballeros era Alek, un joven Caballero. La férrea determinación de su mirada, al igual que su sólida astucia, impresionó a otros: comenzó a ser conocido como "Bizco" cuando aún era un padawan.
Cuando un compañero Caballero se volvió más preocupado por los mandalorianos, Alek se unió a la causa llamando "Maestro" a su amigo de este nuevo movimiento, Alek ayudó a reclutar a otros Jedi para ayudar en el reconocimiento de las líneas mandalorianas: sólo para terminar siendo capturado. Apresado en Flashpoint, Alek fue objeto de los horribles experimentos de Demagol. Zayne Carrick sería el encargado de rescatar a Alek, permitiéndole reunirse de nuevo con su antiguo maestro, al que todos comenzaban a apodar "el Revanchista". Pero esta aventura no solo significó la liberación de Alek, también la de otros jedis, y el comienzo de un creciente afecto por una arkaniana, Jarael, quien estuvo presa con Alek en Flashpoint.
Tras su cautiverio fue con el Revanchista a explorar la galaxia y encontrar evidencias que demostrasen al Consejo Jedi que los Jedis debían participar en la guerra. Cuando el planeta Serroco fue atacado por los mandalorianos mientras la flota republicana era destruida en su órbita, Malak y su acompañante sintieron de forma especial este ataque y comprobaron cuan violentos podían llegar a ser los mandalorianos, atacando un planeta entero en el que prácticamente apenas había tropas republicanas.
En dicha batalla en Serroco murieron multitud de personas en el planeta, pero no solo ellos, también la flota de la república fue brutalmente aplastada, la cual estaba dirigida por el Almirante Saul Karath y el Comandante Dallan Morvin, quienes desoyendo las advertencias de un jedi y del Carth Onasi decidieron no evacuar todo el planeta y quedarse a combatir a los mandalorianos, a sabiendas de que podría ser una batalla muy cruel en la que morirían miles de personas.
Negociaciones con Lord Adasca[]
Durante las negociaciones con Lord Adasca para hacerse con el control de los Exogorths, Alek acudió en representación de su maestro y compañero, el Revanchista, allí se encontró con una Jarael muy distinta a como él la recordaba, una Jarael con unas ropas de gala, que se ocupó de recibirlo y darle el mejor trato hasta que llegasen el resto de invitados. En esa misma negociación llegaron varios representantes más de los diferentes bandos de la guerra, el Almirante Saul Karath con el Comandante Dallan Morvin y el Teniente Carth Onasi en representación de la república, y Mandalore el Ultimate en representación de los mandalorianos.
Cada uno de los bandos ofreció diferentes pagos a Lord Adasca para hacerse con el control de los Exogorths, Mandalore le ofreció convertirse en el primer suministrador de armas para el ejército mandaloriano, obteniendo millones de créditos de beneficio al año y sin tener ninguna competencia, ya que sería la única empresa a la que los mandalorianos mantendrían en la galaxia, como contrapropuesta, los republicanos, y en concreto el Almirante Saul Karath ofreció un puesto en el senado a Lord Adasca y tener su propio estado dentro de la República, casi le ofreció la República en bandeja. Ante esta propuesta, Alek enfureció y vio como su República, la que él estaba defendiendo y la que él quería proteger, se dejaba manipular de cualquier forma y se vendía al mejor postor.
Con la ayuda de Zayne, Lucien Draay y Rholan Dyre, se inició una lucha en el lugar de reunión entre los mandalorianos y la república, que terminó con la muerte de varios soldados republicanos y otros tantos mandalorianos, e incluso con la muerte de Lord Adasca, gracias a esa batalla, el pacto no logró cerrarse, y Zayne, Rholan Dyre y Jarael lograron salir con vida del lugar. Para evitar que Lucien Draay los atrapara, Alek se interpuso a Lucien, el tiempo suficiente hasta que los otros pudieron huir.
Alek no tenía por qué haber evitado que Lucien Draay capturase a los que intentaban huir, sin embargo este se vio motivado a ayudarles a huir dados sus crecientes sentimientos hacia Jarael y su deuda con Zayne Carrick, quien le había salvado la vida en Flashpoint. En el último momento, justo antes de que la nave despegase con Zayne, Jarael y Rholan, Alek logró subirse a la nave y huyó con ellos hacia Taris, donde los Mandalorianos estaban luchando con las fuerzas locales para hacerse con el control del planeta.
Además de ellos, también lograron escapar por parte de la República el Almirante Saul Karath, el Comandante Dallan Morvin y el Teniente Carth Onasi, que posteriormente sería degradado por haber dejado escapar a Zayne, el cual estaba buscado por la República. Aunque también logró escapar Mandalore por parte de los mandalorianos.
En Taris[]
Una vez en Taris, Alek se queda en la nave Moomo Williwaw con Rohlan y Jarael. Aconsejada por Rohlan, Jarael accede a entrenarse con Alek en el arte de la lucha, allí Jarael demuestra a Alek su potencial logrando derrotarle. Tras el entrenamiento Alek comienza a insinuarse a Jarael, hasta el punto de hablarle sobre una corriente de la Orden Jedi.
Dicha corriente, según Alek, siempre ha estado reclamando que "donde sea que haya tres personas, habrá una que piense que las otras dos no deberían divertirse". Esta corriente se vio reforzada después de la guerra sith, demostrando que los hijos de los jedi son a menudo más fuertes en la fuerza, por lo que los partidarios del "amor", tienen factibilidad en parte de sus argumentos, según dice Alek a Jarael.
Jarael sin embargo rechaza a Alek alegando estar muy consternada tras lo ocurrido con Lord Adasca quien había abusado de la confianza de ella para que atendiese a los invitados en el pacto. Alek dice entender la situación, pero le dice a Jarael que piense si realmente es "ahora no" o "tú no", la respuesta a su proposición.
Mientras esta conversación se desarrolla Rohlan permanece escondido escuchandola muy atento, pero sin intervenir.
Tras esta pequeña intervención, Alek prosiguió el viaje junto con sus nuevos amigos en Taris, hasta que estos rescataron a Zayne y a Hierogryph. Tras rescatarlos, Zayne le cuenta a Alek de dónde viene la plaga de Rakghoul que sufre Taris, dicha plaga es ocasionada por antiguo artefacto Sith, el Talismán Muur, que expande una plaga por todos los sitios de forma que solo aquel que lleve el talismán, podrá controlar a toda la plaga. Alek se asombra al conocer el poder del artefacto sith, en ese momento Zayne le pide a Alek que le devuelva el favor que tiene pendiente con él, al haberle rescatado en Flashpoint, a lo que Alek accede.
Los mandalorianos a ver la plaga desatada en Taris, abren fuego contra la superficie del planeta donde se encuentran los Rackghoul, matando a cientos de mandalorianos contagiados y sin contagiar. A pesar del ataque, el Talismán Muur no es destruido, sino que cae al fondo del mar encerrado en un sarcófago sith a la espera de que alguien habra posteriormente el sarcófago para extraer el Talismán sith. Un talismán que los miembros del pacto estaban buscando.
Reunión con los maestros Vandar y Vrook[]
Para devolver el favor que le debía a Zayne, Malak se reune en Coruscant con los maestros Vandar Tokare y Vrook Lamar con la intención de explicarles el plan que están tramando los miembros del pacto, quienes con la supuesta intención de evitar la vuelta de los Sith, están reuniendo miles de artefactos Sith en un almacén especial.
Por primera vez, Alek se presenta con su nuevo nombre, Malak, nombre con el que comienzan a conocerle en el resto de la galaxia, como "Capitán Malak". Los dos maestros no parecen muy dispuestos a creer lo que Malak les dice, sin embargo estos acceden a hablar con él.
Malak les explica la situación, y les habla de la corrupción que hay dentro del propio consejo jedi, donde Lucien Draay está manipulando a otros jedis para conseguir más artefactos sith. Además le explica que los cargos que hay contra Zayne no son infundados, ya que quien asesinó a los padawans en Taris no fue él, sino que fueron sus maestros jedis, dirigidos por el propio Lucien, quien pertenece al pacto, una secta jedi que parece estar dirigida por Krynda Draay, una jedi que había estado entrenando a nuevos jedis en el arte de la videncia.
Los maestros se niegan a creer todo esto, sin embargo justo antes de que los maestros se vayan, aparecen Zayne Carrick y Hierogryph, quienes están secuestrados por el maestro jedi Xamar, uno de los integrantes del pacto.
Este ofrece un pacto a todos, él desenmascarará a todos los del Pacto, a cambio de que liberen a Krynda Draay, quien ha sido la maestra de todos los videntes del Pacto y quien tanto ha significado para ellos.
Para conseguir esto, el maestro Xamar entregaría a Zayne Carrick al Pacto, y mientras este era entregado junto a Hierogryph, tendrían que entretener al Pacto, para que Xamar liberase a Krynda y huyesen del lugar, dejando vía libre a la Orden Jedi para entrar en el lugar y detener a todos los miembros del Pacto. Malak sin embargo no participaría en el asalto al bastión del pacto y se mantendría a partir de este momento alejado de la corrupción del propio Consejo Jedi.
La batalla desencadenada por estos sucesos fue enorme, pero a pesar de las graves consecuencias que tuvo dentro de la propia orden y dentro de la República, esta se mantuvo totalmente oculta y se trató de no hablar sobre ella para evitar dañar la imagen de la orden y la República.
A partir de ese momento Malak comenzaría a viajar de nuevo con su maestro "El Revanchista", ya conocido como Revan.
La máscara de Cathar[]
Revan y Malak viajaron durante mucho tiempo intentando explicar y demostrarles a los miembros del Consejo Jedi que los mandalorianos eran una verdadera amenaza para la República y que estaban cometiendo una serie de atrocidades no solo para la República sino contra los propios Jedis. Ante la imposibilidad de llevar al consejo a lugares como Serroco o Flashpoing, decidieron llevarlos a Cathar, con la esperanza de encontrar allí algo que hiciera comprender al Consejo Jedi que los Mandalorianos eran una amenaza más grande de lo que se imaginaban.
El Consejo Jedi llegó al lugar, pero no encontraron nada que demostrase el dolor que los mandalorianos estaban causando, hasta que Revan encontró algo en la playa. Un casco. En ese momento por la montaña comenzaron a bajar habitantes del planeta, corriendo en desvandada, y los jedi se pusieron en guardia, los mandalorianos aparecieron justo por detrás de los habitantes y comenzaron a atacarles, los jedis intentaron defenderse, pero era imposible, los sables laser no eran útiles contra los mandalorianos, eran inservibles. Aquello solo era una visión jedi.
Los habitantes del planeta se dirigieron al agua sin saber muy bien lo que pasaría a continuación. Los Jedis que presenciaban la visión gritaban esperando a que los mandalorianos de la visión les escuchasen y no realizasen la matanza que parecía inevitable, pero era imposible que les escucharan, sin embargo, algo inesperado ocurrió. Uno de los mandalorianos se levantó y gritó: "Cassus espera! ¡Están derrotados! no tenemos que hacer esto!". El líder sin embargo no atendió a razones, alegando limpiar la deshonra que habían sufrido por culpa de la arrogancia de los Cathar, mandó atacarles y añadió: "Si en verdad sientes que ellos necesitan un defensor de su parte... pues hazlo, guerrero. Te saludo. ¡Ke'serim!". Ke'serim significaba en mandaloriano "apunten". Los mandalorianos atacaron a los cathar, quienes no tuvieron ninguna posibilidad.
La visión terminó, pero todos vieron lo que ocurrió en aquel lugar, todos sintieron lo que ese lugar había sido, Fett había aniquilado a toda la población del planeta y solo había dejado los edificios en pie para que la República supiese a quién se estaban enfrentando, pero no esperaba que ese casco también diese testimonio de lo ocurrido.
Revan cogió el casco, y en presencia de todos, incluido Malak, pronunció las palabras que darían comienzo a una cruel guerra en la que los jedis estarían más que presentes: "No conozco tu nombre... pero tomaré tu causa. No me sacaré tu máscara hasta que haya justicia... hasta que los mandalorianos sean derrotados de una vez y para siempre. ¡Así lo jura... Revan!"
Así comenzó, con nada más que un líder y un objetivo.
En busca de nuevos reclutas[]
Malak viajó en solitario a Wor Tandell, donde estaban Zayne y sus compañeros, que estaban tratando de descansar unos días en el paradisíaco lugar.
Una vez allí, las tropas de Malak se quedaron en la ciudad mientras él fue a buscar al grupo. Mientras Zayne estaba fuera y Rohlan exploraba el planeta, Malak se reunió con una parte del grupo, Jarael, Hierogryph, Slyssk y el robot Elbee, y les explicó cómo el consejo había accedido a apoyar a los jedis y la misma República había accedido a poner al mando de la expedición al nuevo líder, Revan. Malak se había convertido en un capitán de renombre y la guerra comenzaba a tener otro color, el de una República que comenzaba a poder hacer frente a los mandalorianos.
Malak se encontraba en este momento reclutando nuevos jedis y nuevos soldados para las filas de la República, con el fin de hacer frente a la amenaza mandaloriana. Había suficientes soldados para la guerra, pero según Malak eso no era suficiente todavía les faltaba algo para completar el ejército, a Jarael, ella era una pieza fundamental en la guerra, por lo que Malak le propuso alistarse, ir con él a la guerra.
Jarael comienza a poner trabas para no ir con Malak, empieza a alegar que por qué ella en lugar de Zayne o Gryph, o que por qué ella habiendo muchos más soldados dispuestos a ir a la guerra. Para convencerla Malak le explica que aún hay algunos jedis muy sensibles con Zayne por todos los problemas que tuvieron en el pasado y que ella ya les ha ayudado lo suficiente, que es hora de que siga su propio camino y ayude a la República, que la necesita más que ellos. En ese momento Gryph entró en la conversación, diciéndole a Jarael que quizás podría ir con los jedis de Malak para que le ayudasen a desarrollar sus recién descubiertos talentos de la fuerza.
En ese momento Malak cambió totalmente su estrategia, con Jarael como jedi todo cambiaba, no solo tendría a una acompañante, ¡podría ser su padawan! Puede que sin pretenderlo, pero Malak deja escapar su intención de que Jarael permanezca a su lado durante todo el tiempo bajo su protección. Sin embargo, justo cuando parecía que Jarael iba a aceptar la propuesta, apareció Rohlan, negandose rotundamente a dejar marchar a Jarael sin más.
A pesar de los intentos de Malak de razonar con Rohlan para que comprendiese que el lugar de la chica estaba junto a él, Rohlan no aceptó ninguna explicación, su respuesta fue atacar a Malak con un golpe en la cara, ante esta respuesta, Malak sacó su sable laser y comenzó a atacar a Rohlan mientras decía que él sería la primera víctima oficial por parte de los Jedi.
Justo cuando Malak se disponía a matar al mandaloriano, llegaron Zayne y dos miembros de las tropas de Malak, evitando que este matara al mandaloriano. Zayne aprovechó la ocasión para disculparse por lo ocurrido y agradecer a Malak haber venido a visitarlos en un crucero naval, con el coste que eso conllevaría, sin embargo Malak insistió en que el motivo de su visita era llevarse a Jarael.
Ante esta perspectiva, Zayne actuó rápido, reconoció que el potencial de Jarael era muy grande para ser desaprovechado, y justo después de reconocerlo, ante la sorpresa de todos, la besó y le pidió perdón por haber estado ausente demasiado tiempo mientras todo esto ocurría.
Malak, totalmente contrariado, reconoció que no se esperaba esto y que lo suponía, pero no había pensado que fuera verdad. Después de eso, Malak se fue del lugar con el resto de tropas republicanas para continuar con la guerra contra los mandalorianos.
El final de la guerra y la entrada al lado oscuro[]
Malak no se separó de su maestro Revan durante las Guerras Mandalorianas. Juntos lograron numerosas batallas en el frente, pero también hicieron importantes descubrimientos, como el Mapa Estelar situado cerca del enclave Jedi en Dantooine.
Malak no sabía que su maestro había estado explorando los planetas del Borde Exterior para establecer un cuartel general cerca en las regiones más alejadas de la República y por azar, encontró el planeta Malachor V, donde al aterrizar descubrió la gran fuerza con la que el lado oscuro había consumido el planeta. Mientras Revan exploraba el lugar, descubrió la antigua Academia Trayus, allí dio con la información referente al antiguo Imperio Sith y a su planeta natal Korriban. Revan logró abandonar Malachor V sin haber sufrido grandes secuelas en este planeta por culpa del lado oscuro de la fuerza, pero sí que se vio influenciado por esta visita, ya que una idea nació en su interior, con la que haría que la República se fortaleciese para evitar a un enemigo mucho mayor que los mandalorianos, los verdaderos sith, y la forma de hacerlo sería gracias a la Forja Estelar.
El plan de Revan era arriesgado, pero necesitaría un gran apoyo por parte de sus tropas para realizarlo. Se enfrentaría a los mandalorianos sobre la superficie de Malachor V. Para lograr la victoria, encargó a un técnico iridoniano, Bao-Dur, la construcción de un dispositivo especial, el Generador de Masas Sombra, que destruiría la flota mandaloriana y aquellas fuerzas republicanas que no fuesen leales a Revan. Para activar el dispositivo, confinó esta orden a una General Jedi, la que posteriormente sería conocida como Jedi Exiliada. Este dispositivo sería activado mientras él se estuviese enfrentando contra el propio Mandalore y sus tropas comandadas por Malak aplastarían a los mandalorianos.
El resultado de la batalla fue catastrófico. Los dos bandos tuvieron numerosas pérdidas, y dada la influencia que ejercía el propio planeta sobre los combatientes, fueron muchos los jedis que se convirtieron al lado oscuro, mientras que los mandalorianos morían. Los pocos mandalorianos supervivientes vieron morir a Mandalore a manos de Revan, y para evitar que estos pudiesen elegir un nuevo Mandalore, Revan les quitó sus armas y armaduras, y le quitó la máscara a Mandalore, condenando al exilio a todos los mandalorianos.
El Mapa y la Fragua Estelar[]
Tras la derrota de los mandalorianos, Revan se convirtió en todo un héroe para la república, pero él sabía que había una amenaza aún mayor a la que debían hacer frente, gracias a los descubrimientos hechos en la academia sith de Malachor V.
Revan había resultado ser un gran investigador e historiador jedi, según los maestros jedis, Revan pasaba varias horas al día estudiando los textos que se incluían en la biblioteca jedi de Dantoine, probablemente, gracias a sus investigaciones y a sus dotes como explorador, encontró las ruinas antiguas de Dantoine en un viaje secreto con su amigo Malak.
Una vez dentro de las ruinas, y con el objetivo en mente de conseguir un arma capaz de destruir a los mandalorianos, transpasaron la puerta, profundizando en el largo camino hacia el lado oscuro, un camino que según advirtió el propio Malak, no tendría vuelta atrás. Dentro encontraron un droide guardián que les obligó a pasar una serie de pruebas. Dicho droide había sido programado por los "Hacedores" para vigilar el lugar y evitar la entrada de aquellos que no estuviesen preparados o tuviesen prohibida la entrada. Tras pasar las pruebas, lograron el acceso al Mapa Estelar. Los dos sabían las consecuencias que tendría ver aquel mapa, su expulsión de la Orden Jedi, pero si querían ganar la guerra necesitaban la ayuda de aquel mapa y los secretos que escondía. Malak trató de advertir a su maestro, pero Revan quería continuar, y Malak acompañó a su maestro.
Tras descubrir el Mapa Estelar visitaron durante los siguientes años diferentes planetas con la intención de descubrir más partes del mismo. Encontraron esas partes en Manaan, Tatooine, Korriban y Kashyyyk.
Los dos jedis lograron acceder a estos mapas de formas muy diversas y gracias al apoyo que la propia república les estaba prestando. Así, en Manaan, lograron acceder al mapa, gracias a las excavaciones que estaban realizando la República en busca de Kolto. En Tatooine, encontraron el mapa en antiguo templo rakatano. En Korriban lo encontraron en la tumba de Naga Sadow. En Kashyyyk el artefacto se encontraba debajo de los enormes árboles nativos del planeta, el dispositivo tenía un fallo en su programación y debido al fallo, había ocasionado que los árboles del planeta creciesen de forma desproporcionada. A pesar de que múltiples personas intentaron acceder a este mapa, no lo consiguieron, solo Revan y Malak lograron acceder al mismo.
Una vez se hicieron con el mapa de la ubicación de la Forja Estelar solo necesitaban ir allí y reactivarla, pero no sería sencillo, y necesitarían ayuda. Con la excusa de querer eliminar a los pocos mandalorianos que continuaban diseminados por el Borde Exterior, los dos se adentraron en el Borde Exterior. Revan dio la orden de que las tropas reconstruyeran la Academia Trayus y una vez reconstruida, nuevas tropas se entrenasen en el lugar, ahora como sith. Mientras, Revan y Malak fueron a la Forja Estelar. Antes de llegar, su nave fue atraída contra la superficie del planeta Lehon, también conocido como Rakata Prime. Allí fueron atacados por los Rakatas Negros, una tribu de rakatas muy violentos. Gracias a las habilidades de los dos jedis, ahora sith, lograron deshacerse de sus atacantes, pero no lograron entenderse con ellos debido a los diferentes idiomas que usaban. Para salvar esta barrera, Revan utilizó sus dotes para adentrarse dentro de la mente de los habitantes del planeta para aprender su idioma, y posteriormente enseñarles el idioma básico para que Malak también pudiese comunicarse con ellos.
Además de esta tribu, había otra tribu más en el planeta, la de los Ancianos, una tribu descendiente de la clase sacerdotal del Imperio Infinito, que aún conservaba en su memoria, el glorioso pasado de su imperio. Solo ellos eran capaces de acceder a la avanzada tecnología de sus ancestros, pero no la usaban con los mismos fines que estos, sino que lo hacían con la intención de evitar que nadie encontrase ni accediese al Templo de los Antiguos.
Comprendiendo el poder de estos, Revan prometió a esta tribu destruir la Fragua Estelar si le permitían acceder al interior del templo. Los Rakata accedieron pero Malak no podía ir con él. Revan logró convencer a los Rakata de que también pudiese ir con él Malak, algo que posteriormente repercutiría en la siguiente visita de Revan al planeta.
Los dos juntos lograron llegar a la Fragua Estelar y desde allí, utilizando el poder del lado oscuro que emanaba del planeta, lograron reactivar la fragua y producir miles de naves, armaduras y armas, para el nuevo ejército de Sith que se preparaba.
La influencia que recibieron los dos jedis de este lugar fue enorme. Los dos se conviertieron completamente en sith, pero de forma diferente. Mientras que Malak se convirtió completamente en un Sith y olvidó el verdadero objetivo de toda la misión, Revan siempre tuvo claro que el objetivo era crear un ejército de Sith con el que conquistar la República, haciéndola más fuerte, y con ello, poder hacer frente posteriormente a los verdaderos Sith del Imperio Sith.